En 1979, McDonald’s cambió para siempre el marketing infantil al esconder un pequeño juguete dentro de una caja de cartón: el primer Happy Meal. Una acción de regalo promocional que marcaría la historia para siempre.
Todo el mundo conoce y seguramente ha ido alguna vez a comer a un McDonald’s, el restaurante de comida rápida más famoso del mundo. No solo es reconocido como el número uno del sector, sino también por cómo ha utilizado el merchandising a lo largo de los años. El merchandising es una estrategia de marketing utilizada por McDonald’s y otras grandes empresas.
El merchandising más significativo de McDonald’s son los juguetes de los Happy Meals, los regalos promocionales pagando 1 € más con tu McMenú o las recompensas por puntos acumulados en sus programas de fidelización.
En este artículo veremos cómo McDonald’s ha integrado los productos promocionales como parte fundamental de su estrategia de marca, las grandes cifras de su expansión a lo largo de los años y cómo el merchandising ha reforzado su presencia cultural, por qué ha funcionado y qué lecciones podemos extraer para el sector de los regalos promocionales.
Orígenes del merchandising en McDonald’s
El boom de los productos promocionales de McDonald’s empezó en 1979 con la introducción del Happy Meal, un menú infantil compuesto por comida, juegos y una sorpresa. Su primera presentación fue una caja de cartón con forma de vagón de circo, conocida como Circus Wagon Happy Meal, que ya funcionaba como un packaging experiencial.

Dentro de la caja los niños encontraban una hamburguesa, unas patatas, bebida y un juguete exclusivo. Lo importante no era tanto el regalo en sí, sino la emoción de descubrir cuál tocaría. McDonald’s entendió que un objeto promocional no debía ser un añadido, sino parte de la experiencia de consumo. Esa probablemente fue la clave de su éxito.
La popularidad fue inmediata: en cuestión de meses las ventas se dispararon y el Happy Meal se convirtió en un fenómeno cultural. Su éxito vino de la fusión entre el regalo, la narrativa y la experiencia: un envase atractivo, un producto tangible que te llevas de recuerdo y un componente emocional que fideliza al consumidor.
Antes del Happy Meal, McDonald’s ya había experimentado con artículos promocionales más sencillos, como sombreros de papel, vasos con personajes míticos o pegatinas con su logotipo, elementos que se entregaban junto a los menús. Esa base preparó el terreno para un sistema global de marketing basado en objetos coleccionables y comunidad alrededor de la marca.
Evolución hacia los coleccionables y la cultura pop
En los años 80 y 90, McDonald’s fue mucho más allá del clásico juguete infantil. Con su universo cada vez más reconocido —con personajes como Ronald McDonald, Grimace o Hamburglar—, la marca creó un mundo propio de figuras, vasos, peluches y camisetas que los niños querían coleccionar.

Cada lanzamiento se convertía en un pequeño acontecimiento. Los juguetes del Happy Meal empezaron a inspirarse en películas y series muy populares como Star Trek o Batman, creando una conexión directa entre la comida y la cultura del momento.
A finales de los 90 llegaron los Teenie Beanies, los mini peluches creados junto a Ty Inc., que desataron una auténtica fiebre coleccionista.
Con el tiempo, McDonald’s dejó de ser solo un restaurante de fast food para convertirse en una marca que vendía recuerdos, diversión y nostalgia. Su merchandising no sólo acompañaba la experiencia, sino que la convertía en algo que la gente quería conservar.
Impacto y negocio de los productos promocionales de McDonald’s
El merchandising de McDonald’s no es solo un complemento visual: es una herramienta clave dentro de su estrategia de negocio y marketing. Veamos algunos datos que lo demuestran.
Ventas, experiencia del cliente y viralidad
Cuando McDonald’s lanzó sus colaboraciones estrella con grandes marcas, series y fenómenos culturales del momento, sus ventas en EE. UU. subieron alrededor de un 25 %, generando millones de dólares en beneficios.
Esto demuestra el impacto directo que pueden tener los productos promocionales o un packaging atractivo en las ventas, la visibilidad y el reconocimiento de marca. Además, fomentan la viralidad: los consumidores comparten los objetos en redes sociales, los revenden o los coleccionan, amplificando aún más su alcance.
Merchandising como extensión de la oferta de servicios
McDonald’s ya no vende solo hamburguesas: vende pertenencia, nostalgia y estilo de vida. Los objetos promocionales, las ediciones limitadas y las grandes colaboraciones se han convertido en parte de la experiencia del consumidor.
Esto demuestra que los productos de merchandising pueden ser herramientas muy potentes para cualquier marca. Cuando se combinan personalización, diseño atractivo y una narrativa coherente, un simple regalo se transforma en un activo de marca de gran valor.

Claves y lecciones para el mundo del merchandising corporativo
Ahora veamos las claves que explican el éxito de la estrategia de McDonald’s y cómo podemos aplicarlas a nuestras campañas de artículos promocionales.
Claves del éxito
- Personalización y ediciones limitadas: los productos personalizados y exclusivos generan un mayor valor percibido y deseo.
- Conexión con la cultura: vincular los productos a fenómenos culturales o crear una narrativa propia es mucho más potente que solo colocar un logotipo.
- Omnicanalidad y coleccionabilidad: ir más allá del punto de venta físico y ofrecer artículos que acompañen al consumidor refuerza la comunidad.
- Calidad y diseño: un merchandising bien diseñado se percibe como un objeto de valor, no como un simple obsequio.
Tendencias y futuro del merchandising de McDonald’s
El merchandising de McDonald’s ha evolucionado con el tiempo y ha sabido adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. Ha ido mucho más allá de los juguetes que lo hicieron famoso, combinando tecnología, sostenibilidad, nostalgia y funcionalidad para llegar también a un público adulto.
Una de las tendencias más destacadas es su apuesta por el mundo digital y los videojuegos, explorando universos como el metaverso y colaborando con títulos como Minecraft.
En este giro hacia el público adulto, McDonald’s ha lanzado colecciones de lifestyle con productos como vasos, toallas, neveras portátiles, camisetas o botellas personalizadas, capaces de acompañar al consumidor en su día a día y dar visibilidad a la marca más allá del restaurante.
Por último, destaca la tendencia hacia la sostenibilidad: envases reutilizables, materiales reciclados y acciones coherentes que refuerzan su compromiso ambiental.
En definitiva, McDonald’s ha logrado que su merchandising sea mucho más que un detalle promocional: se ha convertido en una extensión de su identidad de marca.

Conclusiones
- El Happy Meal cambió para siempre el concepto de regalo promocional: no era un extra, sino parte de la experiencia.
- Su éxito se basa en emocionar y conectar, no solo en vender.
- Ha sabido adaptarse a cada época, pasando del juguete infantil al producto de estilo de vida y al entorno digital.
- Su merchandising crea comunidad, nostalgia y pertenencia, más allá del consumo inmediato.
- La combinación de diseño, narrativa y sostenibilidad marca el futuro del sector.
- Y la gran lección para las empresas: un producto promocional solo funciona si transmite historia, identidad y emoción.
En Moloon creemos que el merchandising puede y debe tener el mismo poder que el de marcas icónicas como McDonald’s: contar historias, generar emociones y construir comunidad alrededor de una marca.
Diseñamos productos promocionales útiles, bien pensados y con estrategia, para que cada artículo se convierta en una herramienta real de comunicación y valor para tu empresa.
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Gerard Bou
Graduado en Marketing y Relaciones Públicas, actualmente especializado en creación de contenidos para el blog y las redes sociales de Moloon. Creativo y apasionado por las nuevas tecnologías.