El primer aspecto a tener en cuenta es el material del producto que tiene que ser reutilizable y reciclable. Además, hay materiales que son biodegradables, por tanto, si tienen alguna de estas 3 características son productos ecológicos.
Otro aspecto a considerar es el embalaje o envase en el cual se entrega el producto debido a que los que no tienen envase o utilizan un embalaje ecológico que sea reciclable, como las cajas de cartón, son productos más sostenibles ya que no generarán residuos contaminantes como sí que ocurre con los embalajes de plástico.
La vida útil del producto es otro aspecto para considerar debido a que los productos ecológicos son reutilizables, por tanto, necesitarán un reemplazo mucho más tarde que el de los productos fabricados con otros materiales.
Finalmente, se debe tener en cuenta la producción ya que los productos más sostenibles son los que utilizan menos energía, generan menos residuos y emiten menos gases de efecto invernadero. Además, otro aspecto adicional para que no solamente sean ecológicos, sino que también generen un impacto positivo es que el proceso de fabricación se realice de manera justa y ética.
Para acreditar que el material es ecológico existen algunas certificaciones como el certificado GOTS, RCS o FSC. Y para verificar que el proceso de producción se ha realizado de una forma justa y ética con los trabajadores hay acreditaciones como el certificado OEKO-TEX, GOTS, Fairtrade o GRS, aunque el más conocido es el Fairtrade y, en Moloon, encontrarás una amplia variedad de bolsas y otros productos que disponen de algunos de estos certificados.